Como preocupante califican desde el Comité Pro Defensa de la Flora y Fauna (Codef), la utilización de un sistema de ultrasonido para ahuyentar a los lobos marinos de los sectores donde se realizan artes de pesca en la región del Biobío. Según explica Luciano Pérez, director nacional de la organización, “no existe consenso en la comunidad científica sobre los efectos que el ultrasonido puede tener sobre la fauna marina”. Junto a esto, el personero explica que “tras el miedo inicial, los sonidos se vuelven reiterativos para los animales, por lo ellos les pierden el temor y se acostumbran”.
En la zona que se realizaran las pruebas, además de lobos marinos, existen avistamientos de otros tipos de especies. Como comenta Pérez, “cada día tenemos más avistamientos de cetáceos y delfines, lo que ha sido documentado con muchas fotos y videos que han subido personas de la zona, lo que demuestra que nuestras costas son rutas muy activas para el tránsito de estos animales marinos. Por este motivo nos preocupa cómo el ecosistema existente en el lugar será alterado con estas ondas, especialmente si consideramos que esos ejemplares se comunican entre ellos mediante ultrasonido”
Este proyecto es realizado gracias a un fondo de financiamiento de 140 millones de pesos otorgado mediante licitación pública por el Fondo de Administración Pesquero (FAP) de la Subsecretaria de Pesca y fue adjudicado a la empresa Cesso. Unos fondos que podrían haber sido destinados a medidas de mitigación más amigables con los ecosistemas marinos, sostiene el director vocero de la ONG en la región.
Por estos motivos se exige a las autoridades que pongan en conocimiento de la opinión pública los análisis previos que fundamentaron la decisión de realizar esta licitación. “Si el sistema tiene una base técnica sólida y fundamentada sería fantástico ver esos datos, pero estamos seguros que no existe un análisis del daño colateral. Otros dispositivos ya se han probado en el mundo y está demostrado que sólo sirven por un corto tiempo, sin embargo, sus efectos colaterales son insospechados”.
Desde Codef solicitaron la paralización inmediata de las pruebas y llaman a las autoridades a buscar las soluciones de fondo. Como señala Luciano Pérez, “no se está abordando el problema de base, que es la escasez de recursos marinos que hace que los pescadores tengan que ir a los sectores donde tienen su hábitat los lobos marinos para hacer sus artes de pesca”.
JLB/AtonChile