*El Comité Comunal de Humedales está constituido por 25 personas, que representan a entidades públicas y privadas, de la academia y organizaciones comunitarias, los que esperan tener un borrador de la propuesta a fin de año.
El jueves 27 de julio se llevó a cabo la cuarta sesión del trabajo que busca elaborar un Plan Estratégico Comunal de Humedales, instancia liderada por la Municipalidad de Valdivia y donde participan diferentes estamentos públicos y organizaciones comunitarias. La cita tuvo como principal objetivo determinar las estrategias para los modelos conceptuados que se generaron en jornadas anteriores.
Recordar, que esta instancia surge gracias a la Ordenanza Municipal de Protección de Humedales, que en su artículo N°6 plantea la elaboración del plan como principal instrumento de planificación para su conservación y gestión, tarea que quedó a cargo del municipio local y el Comité Comunal de Humedales, el que está constituido por 25 personas, que representan al gobierno regional y servicios públicos, tales como seremis de Medio Ambiente, Economía, Fomento y Turismo, MINVU; y servicios como SERVIU, SAG, SEA; a los que se suman representantes de la academia, organizaciones y corporaciones.
En este contexto, la directora de Secplan, Javiera Maira, se refirió al trabajo de las tres jornadas anteriores, en las que se definió una visión para el resguardo y conservación, identificando amenazas y sus factores. Mientras “que en esta cuarta sesión trabajamos las estrategias para abordar las amenazas, con el objetivo de que a fin de año podamos contar con un borrador de dicho plan”, complementó.
Avances a la fecha
A la fecha las sesiones de trabajo han permitido ir validando una serie de acuerdos conceptuales y conclusiones, que, a juicio del Comité Comunal de Humedales, permitirán conservar y cuidar estos espacios.
Así, lo primero que se determinó fue categorizar los humedales como urbanos, rurales y mixtos o de transición, para aquellos casos en donde estos ecosistemas posean una fracción tanto urbana como rural. A ello, se sumó la consideración de la fragilidad que poseen estos lugares, para lo cual se ponderarán las amenazas y se usará la información del catastro realizado el 2019.
De esta forma, entre los principales resultados en la identificación de los factores contribuyentes a las amenazas destacan temas normativos y restricciones, la poca fiscalización y la falta de sanciones a incumplimientos, y ausencia de criterios de sustentabilidad en la evaluación de proyectos de inversión pública. Además de una baja educación ambiental en todos los ámbitos.
En la vereda contraria se logró identificar oportunidades, donde destacan los instrumentos de planificación y ordenamiento territorial, infraestructura verde o soluciones basadas en la naturaleza, las gobernanzas de las diferentes mesas de trabajo; normas con pertinencia local y el interés social.
Finalmente, desde el municipio señalaron ir trabajando dentro de los plazos establecidos, por lo cual se seguirá realizando al menos una sesión por mes, pues la idea es tener todas las directrices a fines de año, lo que dará paso al documento final.