La tecnología única en Sudamérica fue instalada en el Golfo Corcovado, área que reúne la mayor cantidad de ballenas azules de todo el hemisferio sur. El sistema detecta la presencia de cetáceos y avisa a las naves de su presencia, para que reduzcan su velocidad y disminuya el riesgo de colisiones.
Cumpliendo con el compromiso de ser el primer gobierno ecológico de la historia de Chile, el día de hoy dimos un paso significativo en la protección y cuidado de las ballenas, al instalar el primer sistema de sonoboyas de Sudamérica, el cual permite alertar de la presencia de cetáceos a las embarcaciones.
Se trata de una noticia muy importante, ya que se esta tecnología será instalada en las cercanías del Parque Marino Tic Toc, Golfo Corcovado, región de Los Lagos, una zona muy importante para la crianza y alimentación de la ballena azul, de la cual se estima, un 10% de la población mundial, está presente en dicha zona.
Además, en esa zona se observa un importante número de ballenas jorobadas y sei -además de azules-, y delfín chileno. También hay chungungos, lobos marinos y colonias de aves marinas como pingüinos, cormoranes y fardelas.
Según datos de Sernapesca, entre 2020 y 2021, aumentó en un 85% el varamiento de cetáceos. Después de las causas indeterminadas, la colisión es la segunda razón de estos varamientos.
El proyecto, denominado The Blue Boat Initiative (BBI), fue ejecutado conjuntamente entre el Ministerio del Medio Ambiente y la Fundación Meri, y consiste en la instalación de una red de sonoboyas inteligentes, que detectan en tiempo real la presencia de ballenas (por sus vocalizaciones) y avisan a las embarcaciones de su presencia, para que reduzcan su velocidad y disminuya así el riesgo de colisiones.
A estas boyas se les instalarán además sensores de temperatura, PH, salinidad, nutrientes, clorofila (a través de un fluorímetro) y oxígeno disuelto, para que registren las variaciones y sirvan de indicadores del cambio climático en el océano.
Cada boya incluye también una red de sensores oceanográficos. Los datos oceanográficos y sonidos submarinos recabados estarán a disposición de la comunidad científica y autoridades.
Cabe destacar que posterior y paulatinamente, se busca promover su cobertura en el resto del país. Este proyecto, que tuvo una inversión de 8 millones de dólares, busca ser replicable a nivel regional, a lo largo del Océano Pacífico y proteger, con esto, a las ballenas en el trayecto de sus rutas migratorias.
Impacto
The Blue Boat Initiative apunta a conservar y poner en valor los océanos y sus servicios ecosistémicos con el fin de promover que las decisiones y políticas públicas, en materia de mitigación del cambio climático, se tomen en base a la evidencia científica.
The BBI busca incidir en dos ámbitos específicos:
- Reducir colisiones de embarcaciones con ballenas producto del tráfico marítimo (principal amenaza de estos cetáceos).
- Valorizar los servicios ecosistémicos marinos, específicamente de las ballenas, como una herramienta fundamental para la política pública ambiental y de conservación.
Tráfico marítimo y varamientos
Desde 2008 en Chile está prohibida la captura de cetáceos y están declarados como monumento nacional.
El tráfico marítimo es una de las principales amenazas para los mamíferos marinos debido a las colisiones y el ruido submarino que generan. El ruido provoca lesiones auditivas y pérdida de probabilidad de comunicación, entre otras consecuencias.
De acuerdo con datos de Sernapesca, entre 2020 y 2021 se registraron un total de 37 varamientos a nivel nacional (24 en 2021 y 13 en 2020).
Del total, 8 varamientos fueron por posible colisión y 16 por motivos indeterminados.