En esta jornada, la reina Isabel II de Inglaterra falleció a los 96 años, lo que pone fin a un reinado sin precedentes de más de 70 años y dejando en el trono a su primogénito, el príncipe Carlos, de 73 años de edad.
El estado de salud de la monarca había empeorado en estos últimos meses, marcados por los problemas de movilidad las reiteradas ausencias en actos especialmente simbólicos.
La reina llegó al trono en febrero de 1952, tras el fallecimiento de su padre, Jorge VI, que había asumido la corona por la abdicación de su hermano.