Valdivia, en la región de Los Ríos, no solo se esfuerza en conservar sus ecosistemas y humedales, sino que busca ir un paso más allá en su compromiso medioambiental al trabajar para obtener el reconocimiento como la primera Ciudad Humedal Ramsar en América Latina. Esta distinción, impulsada por la Convención Ramsar, pone de relieve el valor ecológico de los humedales en la ciudad y el esfuerzo de la comunidad local para protegerlos.
“Con este reconocimiento podemos mostrarle al mundo uno de nuestros elementos de identidad”, destacó Javiera Maira, directora de la Secretaría Comunal de Planificación de la Municipalidad de Valdivia, a EFE, donde también explicó el papel crucial de las “soluciones basadas en la naturaleza” en la gestión de estos espacios. La infraestructura verde es un componente esencial en la planificación de Valdivia, con la que se busca minimizar el impacto ambiental y preservar los servicios ecosistémicos que ofrecen estos humedales, como la regulación de inundaciones y la calidad del agua. “La forma en la que construimos infraestructura es un criterio, cada vez más, de infraestructura verde”, agregó Maira, en declaraciones consignadas por Biobiochile, enfatizando el enfoque de la ciudad en una planificación sostenible.
La comunidad valdiviana ha sido un pilar fundamental en esta labor de conservación. Rosa Sánchez, residente y voluntaria en la limpieza de humedales locales, resumió la importancia de estos ecosistemas: “Ojalá nunca se terminen los humedales, porque como dice Anita, son nuestros pulmones, sin ellos no tendríamos oxígeno y aquí cada cosa tiene su espacio. La naturaleza viva es lo más hermoso que hay”. Rosa, junto con Ana Villanueva, lleva más de quince años dedicada a la limpieza y cuidado de los humedales de Angachilla, transformándolos de áreas degradadas a espacios donde la biodiversidad local puede prosperar. “Cuando empecé venía todos los días, a cortar el pasto, exceso de hierbas, sacar la basura que venía de las constructoras y los desechos. Ahora el parque ya se encuentra libre de todo eso”, comentó Villanueva, quien incluso durante la pandemia dedicó su tiempo a mantener el humedal en perfectas condiciones.
Los humedales urbanos de Valdivia, como el de Angachilla, cumplen funciones vitales para la ciudad y sus habitantes. La investigadora del Centro de Humedales Río Cruce de la Universidad Austral de Chile, Marcela Marquez, explica que estos ecosistemas en transición “actúan como depuradores y filtradores de agua”, lo que los convierte en un componente fundamental en la lucha contra la contaminación del agua y en la conservación de la biodiversidad. Valentina Rosales, también bióloga del Centro, detalla que “hay humedales de todo tipo y cumplen funciones muy importantes. Prestan servicios ecosistémicos muy valiosos, ya sea la recreación, educación ambiental, el poder soportar la lluvia y los ciclos del agua”.
El compromiso de Valdivia con la conservación de sus humedales llega en un momento crítico en la protección de la biodiversidad global, a la vez que se desarrolla la COP16 sobre biodiversidad, subrayando la urgencia de proteger y ampliar los espacios verdes. Según el Inventario Nacional de Humedales, Valdivia es la comuna con mayor número de humedales urbanos a nivel regional y la segunda a nivel nacional, con más de 914 hectáreas protegidas bajo la Ley de Humedales Urbanos, un recurso invaluable que destaca a la comuna en el escenario medioambiental de Chile y América Latina.
Foto: Ailen Díaz | EFE.