En doce meses, la estimación del total de personas ocupadas creció 7,2%, incidida, principalmente, por los sectores minería (32,1%), industria manufacturera (8,1%) y comercio (4,1%).
En 7,9% se ubicó la tasa de desocupación en Chile durante el trimestre móvil junio-agosto de 2022, de acuerdo con la información registrada en la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile (INE). La cifra significó un descenso de 0,6 puntos porcentuales (pp.) en doce meses, dado que el alza de la fuerza de trabajo (6,5%) fue menor a la presentada por las personas ocupadas (7,2%). Por su parte, las personas desocupadas disminuyeron 1,2%, incididas por quienes se encontraban cesantes (-1,8%).
Las tasas de participación y de ocupación se situaron en 59,7% y 55,0%, creciendo 3,0 pp. y 3,2 pp., respectivamente, mientras que la población fuera de la fuerza de trabajo disminuyó 6,2%.
En las mujeres, la tasa de desocupación se situó en 8,2%, decreciendo 0,5 pp. en doce meses, en tanto que las tasas de participación y ocupación se situaron en 49,8% y 45,7%, avanzando 4,0 pp. y 3,9 pp., en cada caso. En los hombres, la tasa de desocupación fue de 7,7%, con un descenso de 0,8 pp., mientras que las tasas de participación y ocupación se ubicaron en 70,1% y 64,7%, creciendo 2,1 pp. y 2,4 pp., respectivamente.
Alza de personas ocupadas:
El alza de las personas ocupadas fue incidida tanto por las mujeres (10,4%) como por los hombres (4,9%).
Los sectores que contribuyeron al aumento fueron minería (32,1%), industria manufacturera (8,1%) y comercio (4,1%), en tanto que todas categorías ocupacionales incidieron positivamente, siendo las personas asalariadas formales (7,7%) y las trabajadoras por cuenta propia (4,2%) las que más aportaron.
Informalidad:
La tasa de ocupación informal se ubicó en 26,7%, descendiendo 0,4 pp. en doce meses. Las personas ocupadas informales aumentaron 5,3%, incididas por las mujeres (14,1%) y por las personas asalariadas privadas (7,7%) y trabajadoras por cuenta propia (3,3%).
Estacionalidad y volumen de trabajo:
La tasa de desocupación ajustada estacionalmente (que elimina los efectos de los factores exógenos estacionales de naturaleza no económica que influyen en su comportamiento coyuntural) se situó en 7,7%, lo que implicó un aumento de 0,1% respecto al trimestre móvil anterior.
En doce meses, el volumen de trabajo, medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por las personas ocupadas, ascendió 10,0%. De igual modo, el promedio de horas trabajadas creció 2,6%, llegando a 37,7 horas.
La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial (que mide el número de personas desocupadas más personas iniciadoras disponibles e inactivos potencialmente activos) alcanzó 15,4%, con una reducción de 2,6 pp. en el período. En los hombres se situó en 14,0% y en las mujeres, en 17,2%. La brecha de género fue 3,2 pp.
Región Metropolitana:
Por su parte, en la Región Metropolitana la tasa de desocupación del trimestre en análisis alcanzó 8,3%, disminuyendo 0,9 pp. en doce meses, dado que el alza de la fuerza de trabajo (5,0%) fue menor al aumento de las personas ocupadas (6,1%). Las personas desocupadas se contrajeron 5,3%, incididas por quienes se encontraban cesantes.