Un 8,4% fue la tasa de desocupación en Chile durante el trimestre móvil julio-septiembre de 2021 de acuerdo con la información registrada en la Encuesta Nacional de Empleo (ENE), que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile (INE). La cifra significó un descenso de 3,9 puntos porcentuales (pp.) en doce meses, producto del alza de la fuerza de trabajo (8,4%), menor a la presentada por los ocupados (13,3%) y a la disminución de 26,2% en los desocupados, incididos por los cesantes (-27,1%) y aquellos que buscan trabajo por primera vez (-13,7%).
Según sexo, la tasa de desocupación de las mujeres se situó en 8,6% y la de los hombres en 8,3%, decreciendo 3,0 pp. y 4,5 pp., respectivamente.
Los ocupados tuvieron un aumento de 13,3%, incididos tanto por los hombres (13,2%) como por las mujeres (13,4%). Por su parte, el segmento de ocupados ausentes (que representó el 7,7% del total de ocupados), disminuyó 42,3%, equivalente a 469.180 personas.
La expansión de los ocupados fue influida por comercio (18,5%), construcción (45,5%) y alojamiento y servicio de comidas (49,4%). En tanto, por categoría ocupacional, los principales aumentos se presentaron en trabajadores por cuenta propia (32,4%) y asalariados formales (7,5%).
La tasa de ocupación informal se situó en 27,7%, creciendo 4,2 pp. en doce meses. Asimismo, los ocupados informales aumentaron 33,4%, incididos tanto por los hombres (33,9%) como por las mujeres (32,7%), y por trabajadores por cuenta propia (48,1%).
Estacionalidad y volumen de trabajo
La tasa de desocupación ajustada estacionalmente elimina los efectos de los factores exógenos estacionales de naturaleza no económica que influyen en su comportamiento coyuntural. En este sentido, el indicador estimado fue 8,3%, retrocediendo 0,1 pp. respecto al trimestre móvil anterior, como consecuencia del aumento de la fuerza de trabajo (0,7%) que resultó del alza de los desocupados (0,4%) y de los ocupados (0,7%).
En doce meses, el volumen de trabajo medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por los ocupados creció 24,1%. De igual modo, el promedio de las horas trabajadas aumentó 9,5%, llegando a 36,8 horas.
La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial (que mide el número de personas desocupadas más personas iniciadoras disponibles e inactivos potencialmente activos) alcanzó 17,1%, con una disminución de 10,7 pp. en doce meses. En los hombres el indicador se situó en 15,4% y en las mujeres en 19,3%. La brecha de género fue 3,9 pp.