Esta madrugada, detectives de la Jefatura Nacional de Migraciones de la PDI y Policía Internacional, expulsaron a un ciudadano peruano que era requerido por su país natal por violación reiterada contra su hija. El sujeto arriesga una pena que supera los 30 años de cárcel.
Esta mañana el comisario Daniel Ahumada, jefe de la segunda agrupación del Departamento de Policía Internacional de la PDI señaló que a las 4 de la mañana del día de hoy “se materializó la expulsión de un extranjero de nacionalidad peruana, de 50 años de edad quien es requerido por la justicia de su país por una orden de captura internacional por el delito de violación y aborto sin consentimiento de una menor de edad”
Los hechos, por los que era requerido, ocurrieron en Callao, Perú, cuando la menor tenía 13 años aprovechándose que este era su padrastro la forzaba a mantener relaciones sexuales con él, cuando se enteró que estaba embarazada le suministró pastillas abortivas, señaló la policía.
El ciudadano peruano ingresó el 2014 a nuestro país, sin tener impedimentos para hacerlo consiguiendo su permanencia de manera regular. En junio del 2017 obtuvo su permanencia definitiva. Mientras que la orden de captura internacional se concreta sólo en diciembre de ese año y se reiteró en el 2018.
“En Perú esta persona arriesga una pena de 35 años como base, a cadena perpetua por el delito de violación reiterada y aborto sin consentimiento”, concluyó Ahumada.
JLB/Aton Chile